sábado, 16 de marzo de 2013

viernes, 28 de octubre de 2011

miércoles, 26 de octubre de 2011

Maradona y sus 35 años de magia


El 20 de octubre de 1976, Diego debuto oficialmente en Primera División, en un partido que su equipo, Argentinos Juniors, perdio ante Talleres 1-0. Nacía la leyenda.


Aquel puñado de hinchas cordobeses que el 20 de octubre de 1976 se acercaron hasta la cancha de Argentinos Juniorsseguramente no imaginaban que estaban a punto de asistir a un hecho histórico.
Miércoles laborable por la tarde, fin de mes, y un par de equipos de mitad de tabla -Talleres había arrancado muy mal el torneo- conspiraron para que la cita fuera multitudinaria. Apenas el reconocido buen fútbol del equipo cordobés, conducido por "el Maestro" Rubén Bravo, garantizaba, en parte, el valor de la entrada.
El partido finalizó con la victoria de Talleres por 1-0 y, por curioso capricho del destino, el debut de un ganador excepcional, como Diego, fue con derrota. Para el "10", se sabe, las alegrías no tardarían en llegar.
Sin embargo, pocos contaban que un juvenil de sólo 15 años, que estaba en el banco del local, sería la atracción principal, no sólo de esa jornada, sino de todas las que vendrían  durante los siguientes 20 años: Diego Armando Maradona.
El ignoto de la número 16
Talleres era fija para llevarse la victoria y comenzó a ratificar ese favoritismo a los 27 minutos del primer tiempo, cuando Luis Ludueña capitalizó un centro atrás de Angel Bocanelli y anotó el gol con un remate de derecha.
Pero todo cambió con el inicio de la segunda parte. El técnico albiazul, en una actitud conservadora poco habitual en él, sacó a un delantero (Humberto Bravo) y colocó a un marcador central (Víctor Binello). Pero fue el ingreso de Maradona, en lugar de Rubén Giacobetti, lo que hizo cambiar diametralmente el trámite del partido y, de paso, la del fútbol argentino.
"¿Quién es ese petiso que tiene la 16?" se preguntaban los periodistas cordobeses acreditados aquel día. Hugo Temporini, el enviado especial de La Voz del Interior en ese partido, recordó que dos años más tarde comprendió que había sido testigo de un hecho histórico.
Un caño al minuto
"Recuerdo que en el entretiempo -contaba Temporini años más tarde- los periodistas porteños me decían: 'Cordobés, vas a ver el jugador que entra ahora'. También estaba Jorge Czyterpiller (luego sería su apoderado), quien se paseaba por todo el palco anunciando el debut del juvenil Diego".
Sobre el caño que le metió a Juan Domingo Cabrera, el colega recordó: "Fue en la primera pelota dominada. No fue tan espectacular, pero la ovación que se escuchó sí fue tremenda. La jugada quedó en la historia, pero a mí lo que más me impresionó de él fue una media vuelta al borde del área, donde sacó un tiro que pegó en el travesaño".
"Me impresionó como un gran jugador, pero él era muy chico. Yo no pensaba que luego sería el mejor del mundo. Sus compañeros no jugaron en función de él, sólo tuvo chispazos de calidad, pero su actuación fue tapada por un Talleres que jugaba realmente muy bien".